PREGUNTAS FRECUENTES SOBRE PATOLOGÍAS

En la miopía el ojo tiene un exceso de potencia dióptrica, por lo cual la imagen enfocada se forma delante de la retina, en vez de focalizarse sobre ella, percibiendo el paciente que la padece, una imagen desenfocada si este exceso de dioptrías no es corregido.

En la hipermetropía, ocurre todo lo contrario, el ojo tiene menos potencia dióptrica de la necesaria, y la imagen se forma por detrás de la retina.

Hace referencia a la falta de esferiadad de la córnea, lo que se traduce en un defecto visual que afecta tanto a la visión de lejos como a la visión cercana

El ojo dispone de un mecanismo de acomodación en el cristalino que permite enfocar las imágenes que se enfocan detrás de la retina. Esta pérdida de acomodación del cristalino se va perdiendo paulatinamente a lo largo de la vida hasta llegar a un punto, que normalmente coincide con los cuarenta años, en el que la acomodación queda reducida a un nivel tan ínfimo, que impide incluso, enfocar los objetos cercanos a las personas que nunca tuvieron ningún defecto de corrección óptica. A este fenómeno es a lo que se le denomina presbicia o vista cansada.

La hipermetropía es un defecto ocular que consiste en que los rayos de luz que inciden en el ojo, se enfocan en un punto situado detrás de la retina, en lugar de en la misma retina como sería normal. Si tenemos en cuenta que para que una imagen se pueda ver con claridad debe estar enfocada en la retina, la consecuencia de la hipermetropía es que la imagen es borrosa y puede existir por lo tanto una falta de agudeza visual.

PREGUNTAS FRECUENTES SOBRE LASIK

Consiste en la modificación de la forma o curvatura de la cornea mediante el láser de precisión. Para ello se levanta una fina capa de tejido corneal para poder actuar sobre la cornea durante unos segundos en cada ojo, posteriormente se vuelve a colocar la fina capa de tejido corneal en su posición original, quedando adherida sin necesidad de puntos. La anestesia para esta técnica es tópica mediante colirio anestésico.

LASIK (Queratomileusis In Situ con Excimer Láser) es la técnica que con más frecuencia realizamos en Cirugía Refractiva, no sólo por la gran cantidad de dioptrías que permite corregir, sino porque se ha demostrado que es una técnica sumamente fisiológica, que no altera estructuras tan importante como la membrana de Bowman, y que, además permite periodos de pos-operatorio increíblemente satisfactorios, en los que el paciente, una vez operado, puede llevar inmediatamente una vida prácticamente normal, ya que no precisa de vendajes ni de lentes de contacto terapéuticas.

Al mismo tiempo la recuperación visual es bastante rápida, lo que permite a la mayoría de los pacientes incorporarse a sus trabajos y actividades más normales varios días después de la intervención.

Millones de personas en todo el mundo ya han disfrutado de las ventajas de esta técnica desde la década de los 90. La gran inmensa mayoría de los pacientes operados están muy satisfechos con los resultados. El riesgo de algún contratiempo de importancia realmente es mínimo, por lo que puede considerarse un procedimiento quirúrgico muy seguro.

Sin embargo, la aparición de nueves tecnologías ha hecho que la  técnica LASIK convencional con microqueratomo (a cuchilla) se considere ya obsoleta y se recomienda la cirugía LASIK Todo Láser (o LASIK con Femtosegundo), por ser más segura y mostrar resultados más eficaces y estables para los pacientes.

Consideramos que con esta técnica quirúrgica podemos corregir hasta 12 dioptrías de miopía y 7 dioptrías de hipermetropía y astigmatismo, aunque todo depende de ciertas características físicas de la córnea que debemos examinar. Póngase en contacto con nosotros y le ampliaremos la información.

En unos quince minutos usted saldrá del quirófano, la intervención es muy rápida.

Es lo más recomendable, de esta manera la recuperación será más rápida.

Sí, los dieciocho años. Para ese entonces, el paciente debe mostrar una estabilidad en el efecto refractivo.

Definitivamente no. Ni antes ni después, si es cierto que notaremos una sensación de escozor y presión.

La mayoría de los pacientes pueden volver a incorporarse a su actividad transcurridos dos o tres días desde la operación.

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