MUY IMPORTATE: que láser con el que le van a operar se encuentre fijo en las instalaciones del centro. Un equipo láser es una tecnología muy costosa, por lo que en muchas ocasiones, primando criterios económicos por encima de criterios de seguridad, un mismo equipo láser es compartido por varios centros.

Esto no tendría mayor importancia si no fuera porque estos equipos son extremadamente delicados y no deben moverse, por lo que los continuos traslados de unas clínicas a otras pueden hacer que se descalibren, con la consecuente pérdida de precisión y eficacia.

Pero, sobretodo, estos traslados implican riesgo de contaminación tanto para el equipo en sí como para el quirófano. 

Un quirófano es un medio que debe guardar la máxima esterilidad y asepsia, esto implica que absolutamente todo lo que entre de fuera debe estar completamente esterilizado (y cuanto menos entre de fuera mejor), si continuamente estamos exponiendo el quirófano a la entrada de un equipo que viene del exterior estamos abriendo la puerta a agentes patógenos que jamás deberían estar presentes en él con el consecuente riesgo de infección para el paciente.

Pero además, no podemos olvidar que el láser (el aparato) toca el ojo y puede traer graves consecuencias en el post-operatorio si no se encuentra en las condiciones de asepsia necesarias.