Ortóptica y Baja Visión. Contactología

Las Unidades de Ortóptica y Baja Visión, así como la Unidad de Contactología son dirigidas por los doctores Francisco González y Antonio García Requena.

En estas unidades nos encargamos de dar solución a los casos en los que las gafas no son suficientes para corregir los defectos visuales y se hace necesaria una «rehabilitación» de las habilidades visuales o casos de baja visión (por degeneración macular, glaucoma, …) donde además puede ser necesaria la aplicación, por ejemplo, de ayudas electrónicas.

REHABILITACIÓN VISUAL Y ORTÓPTICA

Muchos estudiantes y personas que trabajan con ordenadores sufren molestias asociadas al trabajo de cerca como picor, ojos cansados, visión borrosa, dolor de cabeza, dificultad para mantener la lectura de forma continuada, visión doble, etc.

En muchas ocasiones el problema no se soluciona sólo con gafas sino que es necesario hacer un estudio completo de las habilidades visuales (convergencia, acomodación…) y, si el paciente lo necesita, iniciar un programa de ejercicios y actividades encaminados a la mejoría de los síntomas y el restablecimiento de sus habilidades visuales.

Nuestra cínica cuenta con expertos en el tratamiento del ojo vago (ambliopía) y las disfunciones de la visión binocular, que estudiarán su caso de forma profesional y personalizada.

BAJA VISIÓN

Algunas enfermedades de la retina asociadas al envejecimiento (como la Degeneración Macular) y otras enfermedades de los ojos como el glaucoma, distrofias de la retina, etc, pueden alterar la capacidad para leer, coser y ver televisión. Las personas con baja visión mantienen una visión que les impide realizar estas y otras actividades de la vida diaria.

Las ayudas visuales para los pacientes con baja visión estas diseñadas para aprovechar el resto visual de cada paciente mediante dispositivos que, en muchas ocasiones, permiten realizar actividades como leer, escribir, coser, ver televisión, marcar el teléfono, etc, devolviendo al paciente cierta autonomía y calidad de vida.

En la Clínica Benavides disponemos de las ayudas de Baja Visión más avanzadas, incluyendo ayudas ópticas, electrónicas, filtros especiales, etc.

LENTES DE CONTACTO EN CASOS ESPECIALES

Las lentes de contacto pueden ayudarnos en el tratamiento de alteraciones de la refracción y anomalías de los ojos como por ejemplo el queratocono.

Una adaptación profesional de lentes de contacto requiere de un estudio pormenorizado de cada caso y de cada ojo, especialmente en casos con astigmatismos irregulares, distrofias de la córnea, queratocono, aniridia, leucomas corneales, ojos operados con láser, etc.

Contactólogos especializados estudiarán su caso y encontrarán la lente de contacto que mejor se adapte a su caso.

Aunque existen lentes de contacto especiales blandas, como pueden ser las lentes terapéuticas o las lentes protésicas, las lentes especiales actuales, están en su mayoría fabricadas con materiales rígidos muy permeables al oxígeno, y esto nos permite utilizarlas en un mayor número de casos. Distinguimos entre lentes corneales y lentes esclerales, más recientes, atendiendo a la superficie sobre la que se apoya la lente.

Se prescriben habitualmente para corregir todas aquellas condiciones en las que no funciona una lente de contacto blanda, como pueden ser astigmatismos corneales altos, astigmatismos irregulares, queratoconos o ectasías post cirugía refractiva, aunque también son muy útiles en tratamientos para ojo seco severo, tras un transplante de cornea o para realizar ortoqueratología.

 

LENTES DE CONTACTO EN CASOS ESPECIALES

CONTACTOLOGÍA

La Contactología es la ciencia encargada de todo aquello relacionado con la adaptación, la utilización y el mantenimiento de las lentes de contacto o lentillas, como se conocen coloquialmente.

Podemos hacer múltiples clasificaciones de las lentes de contacto atendiendo a diferentes aspectos. La diferenciación más conocida es respecto al material del que están hechas. Según esto podemos diferenciar entre lentes blandas y lentes rígidas, y las blandas a su vez, en lentes desechables (si su vida útil es corta, normalmente un mes o incluso un único día) y en lentes convencionales, cuya duración es aproximadamente de un año.

El uso más común de las lentes de contacto, al igual que las gafas, es el de corregir los defectos refractivos que son la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo y la presbicia o vista cansada. Este sería el uso más generalizado y también el más conocido entre la población. Pero aparte de esto, las lentes de contacto especiales nos permiten abordar multitud de casos más complejos como pueden ser el queratocono o cualquier astigmatismo irregular, por ponerte un ejemplo.

Siguiendo las pautas de uso adecuadamente y acudiendo a las revisiones periódicas, el uso de lentes de contacto es un recurso ideal para mejorar nuestra calidad de vida.

Este aspecto es muy relevante. Estamos tan familiarizados con las lentes de contacto que en ocasiones, banalizamos su uso y su manipulación. Es de suma importancia ponerse en manos de profesionales con experiencia y seguir escrupulosamente sus instrucciones, siempre relacionadas con la adecuada limpieza y conservación de las lentes, el uso de éstas durante las horas al día recomendadas o el reemplazo de las mismas en el tiempo indicado.

Las consecuencias de un mal uso de las lentillas pueden ir desde un rechazo de éstas por el ojo, impidiéndonos usarlas, hasta graves infecciones oculares que pueden derivar en cicatrices corneales que disminuyan drásticamente nuestra visión, e incluso en los casos más severos, requerir un transplante de córnea.

Un control periódico de nuestra salud ocular nos permite anticiparnos y prevenir cualquiera de las indeseadas situaciones que antes comentaba. Observando ciertos signos oculares, podemos actuar a tiempo, modificando el material, la curvatura o el parámetro necesario y evitar un problema o minimizarlo.

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